T-RGV

Una parcela con muchas limitaciones urbanísticas y el deseo de un hogar familiar. El programa era sencillo: una planta baja con espacio para tres habitaciones y zonas comunes de cociña y salón-comedor, que tuviese como prioridad una buena ventilación e iluminación sin olvidar potenciar las vistas desde el interior de la casa hacia el oeste.

Planteamos una organización sencilla en forma de T. El acceso, situado en el centro, da directamente a una zona que hace las veces de recibidor entre la cocina y el salón-comedor, formando un eje este-oeste que separa, por un lado, el dormitorio principal con su vestidor y baño individual y, por otro lado, los dos dormitorios restantes y el baño principal.

Así, los dormitorios y la cocina aprovechan el sol del amanecer, y el gran espacio común de salón y comedor aprovecha las vistas de la orientación oeste que se abre al jardín.

La materialidad del sate en color blanco y la piedra natural contrasta con la viveza de los verdes de la parcela y el azul del cielo cuando el día está más soleado, mientras que en los días nublados todo se confunde en el paisaje y los huecos de las fachadas enmarcados en las carpinterías negras cobran más protagonismo.