CIM SANTA CLARA

by Paula Alfonso

El Ayuntamiento de Pontevedra dispone de un edificio en la calle Santa Clara que quiere destinar a centro de defensa de la igualdad y promoción de políticas con perspectiva de género.

El CIM, centro de información a la mujer, ya tiene sus oficinas el tercer piso. Esta planta compartimentada con unos endebles biombos, sin intimidad ni protección, necesita ciertas mejoras. El segundo piso está ya vacío, y el primero es el lugar utilizado por distintas organizaciones y colectivos que necesitan un espacio para reunirse y desenvolver sus actividades. REDEIRAS es un espacio de trabajo gestionado por el Ayuntamiento y las propias usuarias del proyecto, que crean una comunidad de aprendizaje. Es un proyecto de creación de redes, de inspiración colectiva. Aquí intercambian horas de trabajo por ideasa, servicios y conocimiento, todo se gestiona a través de una banca colaborativa. Aquí todas las personas son bienvenidas.

Todo este tejido de actividades necesita un espacio para crecer y desarrollarse: jornadas de trabajo en varios idiomas, asesoría jurídica gratuíta para mujeres en situaciones vulnerables (como aquellas en empleos injustamente feminizados como son el trabajo doméstico), la creación de distintos Consejos (de infancia, de sabiduría, de mujeres, etc) y servirá como punto de información sobre cualquier actividad que tenga lugar en la ciudad.

Con la nueva remodelación distribuimos las oficinas del CIM entre el segundo y tercer piso, y dejamos en planta primera, la de acceso, un espacio para que el colectivo REDEIRAS desarrolle sus actividades con un amplísimo programa de posibilidades. Intenamos proyectar sin limitaciones, recibiendo todo aquello susceptible de ser usado de distintas formas, albergando toda la variedad que el proyecto necesita.

Para la primera planta diseñamos muebles a medida, espacios flexibles, movibles y cambiables, mobilliario apilable, cortinas de oscurecimiento que puedan separar ambientes e, incluso, una pequeña cafetería colaborativa. Habilitamos espacios para niños, bebés, para lactancia y también para mascotas. Los aseos diferenciados por sexo, históricamente aceptados y sobreutilizados, resultan habitualmente confusos y, muchas veces, excluyentes, por eso proyectamos un «aseo universal» adapatado a cualquier persona, sin diferenciación por sexo o género, habilitado para personas con necesidades concretas. Cuenta con cambiador, mueble para ostomizados, lavabo cerca del inodoro para el uso de copas menstruales, cordón perimetral de emergencia con avisar acústico y luminoso, mobiliario adaptado, barras abatibles, puerta corredera y espacios de giro suficientes.

La planta segunda y tercera se dedica a cubrir las necesidades más específicas del CIM: despacho para policía (evitando incómodas visitas a comisaría), otro para abogada o abogado, otro para psicólogo o psicóloga, y otros de uso administrativo. Todos ellos bien aislados acústica y visualmente. La seguridad es primordial en estos espacios, por eso el ascensor funciona con códigos y colocamos también un pequeño recibidor vidriado, con acceso controlado al interior. Buscamos crear un ambiente amable, calmado, basado en blancos y madera con ciertos toques de color violeta. Estas mujeres, supervivientes de situaciones dramáticas y traumáticas, encontrarán aquí el apoyo y los recursos necesarios para gestionar su situación personal, tan dolorosa y tan complicada, tan peligrosa muchas veces.

Llega después la parte sanadora, poder volver a la vida real, a hacer la compra, montar un negocio o buscar un grupo de apoyo para su hijo con dislexia. Habituadas a salir por el primer piso, quizás un día consigan dar el paso de adentrarse en este universo de bullicio, colores y ruido, de ideas, experimentos y apoyo. El lugar en el pueden encontrar consuelo y ayuda a la vez que ellas mismas participan de tejer esas redes en las que pueden enseñar a un grupo de jóvenes como hacer un plan de práctica laboral mientras alguien les explica a ellas como optimizar los recursos en un restaurante. Un lugar para sanar.

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