“Había puertas por todos los lados de la sala, pero estaban todas cerradas, y cuando Alicia la hubo recorrido de parte a parte y tanteado una a una sus puertas, se encaminó tristemente hacia el centro, pensando cómo se las arreglaría para salir.”

Este piso es un ejemplo tipo del mercado inmobiliario actual: “piso, con tres habitaciones, una en suite, cocina con tendedero, salón-comedor, buenas calidades, céntrico,…” En la primera visita apuntamos como puntos fuertes la buena superficie, la triple orientación, la luminosidad, la ventilación cruzada, las vistas… pero ninguno de estos puntos destacan, debido a la excesiva compartimentación, una distribución poco meditada y unos acabados poco lucidos.
Decidimos abrir un gran espacio central de vida, al que se accede inmediatamente desde la entrada. Un panel de madera tintada en color verde, como elemento focal, oculta un armario empotrado y el acceso a la segunda zona del piso, de dormitorios y baño. Los espacios siguen estando marcados por la distribución de los huecos; esa viga descolgada que acaba en pilar; el faldón del bajocubierta; el dibujo de los pavimentos… son elementos que dividen y ordenan este gran espacio central, sin necesidad de puertas ni paredes.