Los condicionantes de partida en este proyecto suponen todo un reto de encaje. La parcela, de apenas 5 metros de crujía y 75 metros de fondo, se sitúa entre dos edificaciones bastante elevadas, con unos acabados medianeros muy representativos del llamado feísmo.
El programa de vivienda se realiza en planta alta, buscando la luz y las ventilaciones cruzadas. La planta baja se deja como paso para trabajar la parte trasera de la parcela, que es cultivable, edificando una pequeña tira necesaria para colocar la escalera de subida y ciertos servicios complementarios a la vivienda.
Logramos una calificación energética A gracias a la importancia del aislamiento (espesores y colocación) y de los sistemas de producción de energía. Esto, que en proyecto y obra, no supone un incremento del presupuesto de ejecución, se traduce un importante ahorro de cara al futuro.