Shou Sugi Ban

by Paula Alfonso

El Ayuntamiento de Paradas de Sil convoca un concurso de ideas para la redacción de un anteproyecto de rehabilitación de varias construcciones tradicionales, con el fin de habilitar varias viviendas para residentes en este municipio, así como el acondicionamiento de su entorno inmediato.
La solución propuesta se sienta sobre el concepto preexistente de aldea. Mantenemos absolutamente todos los muros existentes, creciendo sobre ellos con un caparazón de madera quemada.
El sistema elegido se adapta perfectamente al preexistente, permitiendo una flexibilidad total al poder cortar cada tablero a medida. El sistema elegido para el tratamiento de la madera, el SHOU SUGI BAN, es una técnica de origen nipona, que mejora la durabilidad y resistencia de la madera, al tiempo que le da un aspecto innovador, original y estéticamente muy artístico.
Esta técnica permite una amplia reducción de costes, además de acelerar los tiempos de construcción, puesto que una vez colocada no hay que pintar ni tratar la madera. La capa de carbón protege la madera de los rayos UV y de la intemperie, manteniendo su aspecto y garantizando la estética y la integridad estructural inmutable a lo largo de los años, con el ahorro en mantenimiento que eso implica. La capa de carbón pues protege la madera de insectos, xilófagos (como las termitas) y plagas. Es un proceso natural, no tóxico, que no precisa de productos químicos y reduce el impacto ambiental.
Pero además podemos graduar el nivel de carbonización, consiguiendo infinidad de acabados, tanto en textura como en color y durabilidad, dependiendo de la madera empleada, del tiempo de exposición al fuego, del corte de la pieza, del grado de cepillado,….
Además de sus cualidades sensoriales, de calor, de texturas, de matices, y de belleza que lo convierten en un material extraordinario, la madera es el único material que implica un completo respeto al medio, tanto en su proceso de crecimiento como en sus aplicaciones y en la gestión de sus residuos.
Es un material 100 % reciclable, renovable y natural, sin residuos contaminantes, que bien gestionado cuida de nuestros montes, manteniéndolos jóvenes y productivos y asegurando su desarrollo sostenible, contribuyendo a la limpieza de la atmosfera y a la lucha contra el cambio climático. Y además, al final de su vida útil sirve para generar energía limpia a partir de su combustión.
La madera elegida es de castaños autóctono de Galicia, a ser posible de bosques cercanos, con certificado de bosque sostenible, promoviendo la industria local y el desarrollo rural al tiempo que evitamos la desertización demográfica, y además minimizamos emisiones contaminantes a la atmosfera al reducir el coste de energía de transporte.
Permite la construcción en seco, con lo cual minimizamos los problemas asociados a la presencia de agua, generamos menos residuos durante la construcción, y los generados son reciclables. Su ligereza y fácil ajuste en obra, el empleo de elementos estructurales normalizados y el ser prefabricados en taller permite disminuir drásticamente los tiempos de montaje.
Confiamos en el trabajo de diseño realizado con la arquitectura pasiva: la cuidadosa elección del sistema de aislamiento, su posición siempre por el exterior, que elimina puentes térmicos, junto con el diseño de las fachadas ventiladas, que permiten la circulación del aire en todas las fachadas, ventilando y creando cámaras de colchón térmico, la estratégica situación de los huecos de la fachada para ventilar excesos de humedad interior, las características higroscópicas de los materiales empleados… todo eso hace que las edificaciones sean prácticamente autosuficientes. Sus variaciones térmicas serán mínimas, y su inercia muy elevada.