
by Paula Alfonso
Se trata de acondicionar un espacio en un ático. Un espacio sin historia, sin memoria y sin nada a lo que agarrarnos para empezar.
Tomamos como punto de partida la gran cantidad de usos requeridos. Aquí se cantará, se grabará, rodará y es posible que se viva. Además, hay que guardar todo el material que conlleva este oficio, que es mucho. También debería ser posible, en un momento dado, usar este lugar como hogar. Pueden ser invitados, pueden ser los niños cuando crezcan, puede ser que todo cambie…
Proponemos un gran espacio cuadrado diáfano, con usos cruzados. Un rincón mínimo de instalaciones (lavandería, baño, cocina pequeña, …), y en la esquina opuesta el almacenaje. Entre estos espacios se puede cantar, bailar, mirar televisión y cenar con amigos. Nos queda una habitación con un gran armario aprovechando la caída del techo, que completa la extensa lista de necesidades.
Los materiales son elegidos por sus cualidades de absorción de sonido, calidez y armonía en el conjunto. El fibralith, el OSB, la madera, la lana de roca … son materiales que nos hablan sobre el uso de este espacio.
La iluminación y ventilación, exclusivamente a través de ventanas en el techo, se completa con una gran galería falsa que da un patio interior de instalaciones comunes. Pero entra algo de luz natural, se usa para provocar ventilación cruzada (la parte superior es practicable) y los cristales translúcidos cubren las tripas de este patio. Y así obtenemos una sensación de amplitud y desahogo que da sentido al proyecto.