by Paula Alfonso
La parcela constaba de varias edificaciones, entre ellas un restaurante. Este local, galardonado con una estrella Michelin desde el año 2008 y especializo en producto de proximidad actualizado y reinterpretado, cuenta con una buena cocina anexa a la sala de comedor, pero la diversificación del negocio hacía necesaria la ampliación de la zona de preparación.
El conjunto está catalogado con protección integral con la categoría de pazo, por lo que nuestra actuación trató de ser lo más discreta e integradora posible. Proyectamos una edificación secundaria, de apoyo al uso de restauración. Un volumen trapezoidal, adaptado a la configuración espacial de la parcela, anexado a la medianera norte, de forma que mantiene un espacio libre de jardín, rodeado por el muro de reja original que abriga el crucero y el hórreo.
El nuevo anexo contiene un acceso para salas de preparación de alimentos (sala fría y sala de elaboración), cámaras frigoríficas y vestuario para personal. Empleamos la madera modificada termotratada de pino como acabado continuo. Esta elección responde a criterios de integración, de estética, de mantenimiento, de mejora de la eficiencia energética y de sostenibilidad. La continuidad en cubierta permite su uso como pequeña huerta, en la que Yayo cultiva frutas y hortalizas con las que se autoabastece, y así, la arquitectura y la hostelería se dan la mano en un mismo proyecto respetuoso y responsable.
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